Vuducracia en acción

miércoles, agosto 09, 2006

Hay complot para todos

El diario español El País había, hasta hace unos días, defendido al candidato de la coalición por el bien de algunos Andrés Manuel López Obrador. El rotativo llevaba ya algunos meses destacando las cualidades del tabasqueño en su lucha por poner primero a los pobres.

Empero el sueño terminó. En una editorial de fecha reciente El País afirma que "con su insistencia de no acatar el resultado electoral y sus recomendaciones a los jueces, López Obrador ha perdido otra oportunidad de demostrar la categoría exigible a un presidente de un país como México", por si esto fuera poco, continua, "El Tribunal Electoral es una institución independiente y respetada y sus miembros han examinado las denuncias de la coalición encabezada por López Obrador y no han hallado razones que avalen la denuncia de un presunto fraude." Claro y conciso, sencillamente ponen al realidad en palabras.

Además, equipara a AMLO con la patética figura de Silvio Berlusconi en Italia que se negó a aceptar los hechos durante semanas, tal vez vencido por la tristeza al ver el magullado estado de su equipo de fútbol. Y sigue la editorial, "López Obrador debe desmovilizar inmediatamente a sus partidarios y reintegrarse a la dinámica del juego democrático, donde podrá presentar sus propuestas y criticar las de sus oponentes desde el lugar en la oposición al que le han relegado los electores". Y agregó: "Cualquier otra vía le convertiría de inmediato en un político fuera del sistema y conduciría a México por una pendiente que sólo sería beneficiosa para su ego."

Bajo circunstancias normales esto debería de prender un foquito rojo en el equipo de AMLO, sin embargo esto no fue así, continúan negando el espacio para cualquier crítica.

En consecuencia Julio Hernández López en su espacio de propaganda de Astillero en La Jornada escribe ayer sobre aquel que otrora fuese un aliado, “Hipocresías galopantes como las de los principales medios de comunicación españoles que, movidos por los intereses a futuro de Repsol, y los actuales de los bancos de capital peninsular, desarrollan una campaña de descalificación no sólo del legítimo derecho de López Obrador a recurrir y protestar, sino, en general, de la facultad ciudadana de movilización y oposición. Cual si fuera boletín de Los Pinos, el editorial de El País se conduele…” ad ifinitum.

¿Qué muestra todo esto? La infinita maleabilidad del discurso lopez-obradorista que como alquimia transforma aliados en enemigos y peones del complot.